La reunión de ministros de la OMC que se está desarrollando en Buenos Aires en estos días genera expectativas ingenuas en cuanto a los beneficios que la Argentina podría recibir. Se asemejaría, para algunos, a la obra de Samuel Beckett “Esperando a Godot”. Puede ser. Pero creo que se parece más a la joya del cine español “Bienvenido Mister Marshall”, de 1953.
En esta película del genial director valenciano Luis García Berlanga. éste se refiere, de una manera cómica exquisita, a la esperanza de un pequeño pueblo —Villar del Río—por conseguir ayuda económica estadounidense en una España hambrienta.
Ha llegado la noticia de la visita de unos diplomáticos de los Estados Unidos, que es interpretada como parte del plan de ayuda a Europa implementado por el general Marshall (de la que España no recibió ni un dólar) en 1948.
El pueblo de Villar del Río se prepara de la mejor manera posible para recibir a los visitantes. Para ello se convoca a tres personajes del pueblo para ambientar la recepción, de acuerdo con lo que conocen e interpretan de la cultura y de la historia de los Estados Unidos.
Los personajes sueñan. El alcalde sueña con una pelea en un bar del Lejano Oeste. El hidalgo con la llegada de un conquistador a las costas de América. Y el cura con encapuchados de una procesión de Semana Santa convertidos en adherentes al Ku Klux Klan, que la arrastran al Comité de Actividades Antiamericanas con música de jazz.
Un campesino, que obviamente no ha tenido idea de la cultura estadounidense, sueña con la llegada de los reyes magos que lanzan sobre su campo un tractor atado a un paracaídas.
El día de la visita, todo Villar del Río está engalanado para la esperada visita. Pero la caravana estadounidense pasa a toda prisa y no se detiene. Desilusionados, los pobladores vuelven a sus actividades cotidianas. No han recibido ni un dólar. Más bien, tienen que pagar de sus bolsillos los gastos de disfraces y decorados.
El film se publicitó con un misterio: “¡No, no es una película del oeste! ¡Que va a ser una película histórica! ¡Desde luego no es una película neorrealista! ¡No, tampoco es una película folclórica! ¿Qué es?”.
Su director, García Berlanga, se había unido a la División Azul para evitar represiones políticas por su padre; éste había sido diputado por la Unión Republicana–que formaba parte del Frente Popular–y había sido gobernador civil de Valencia. Además, muchos de los amigos del director eran jóvenes destacados de la Falange. García Berlanga cuenta con la ayuda de Juan Antonio Bardem, el director y antiguo militante del Partido Comunista, con quien había trabajado en “Esa pareja feliz”, de 1951 y que producirá maravillas como “Muerte de un ciclista” y “Calle Mayor”.
Bienvenido Mister Marshall fue una película relativamente cara: el presupuesto total alcanzó casi los cinco millones de pesetas, cuando el costo medio de los filmes estrenados entre 1953 y 1955 era de 2.500.000 pesetas.
García Berlanga dirigió otro clásico del cine español: El verdugo, estrenada en 1963.
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