El director de cine Lev Kuleshov, conocido por la incorporación del flash back y de un revolucionario sistema de montaje en sus películas (el efecto Kuleshov), realizó un esfuerzo de propaganda soviética a través de una divertida comedia. A diferencia de Eisenstein y Pudovkin, pero de manera similar a Protazanov, Kuleshov trabajó con las dos tradiciones fílmicas rusas: la artística pura y la realista.
En “Las extraordinarias aventuras de Mr. West en el país de los bolcheviques”, film surgido de su taller experimental, Kuleshov presenta de manera cómica los estereotipos del bolchevismo en occidente (así como su propio estereotipo de los estadounidenses).
Jim West, un rico capitalista de los Estados Unidos vestido con un pintoresco abrigo con cuello de piel, va a la Unión Soviética en viaje de negocios. Mr. West se parece de manera intencionada al popular comediante estadounidense Harold Lloyd.
Por el temor al barbarismo bolchevique que se publicita en occidente, lleva a su guardaespaldas Jeddie (un personaje también pintoresco vestido de vaquero). Después de una serie de peripecias, tanto Mr. West como Jeddie se dan cuenta de lo errados que estaban en sus clichés sobre los bolcheviques; el primero termina enviándole a su mujer en los Estados Unidos un pedido para que “Queme esos diarios de Nueva York y cuelgue un retrato de Lenin en la pared”, declarando “¡Vivan los bolcheviques!”
Puede verse en youtube subtitulada en inglés buscando The extraordinary adventures of Mr West in the land of the bolsheviks.
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